domingo, 12 de agosto de 2018

Una nueva vida, una pequeña golondrina en la ribera del Tormes. Pocas golondrinas superan los cinco años de edad. La mayoría de las que llegan a criar viven tres años como promedio. Hay, sin embargo, casos comprobados por el anillamiento de varias que han sobrepasado los 6-8 años de edad y excepcionalmente algunas llegan a los diez años. Esta pequeña tendrá que sobrevivir a los fuertes vientos del Sáhara Occidental, a los tratamientos masivos con insecticidas en el África Tropical y, si no está espabilada a la hora de migrar, a la llegada prematura del frío aquí en Salamanca. 


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