viernes, 12 de octubre de 2018

Cada vez me parecen más absurdas las celebraciones de Sapiens, las basadas en la religión o las personales, como por ejemplo los cumpleaños. De un tiempo a esta parte cuando me preguntan cuántos años tengo siempre respondo que no lo sé, que ignoro cuántos comienzos del otoño me quedan por vivir, que ni siquiera sé si tengo apenas unos meses o unas pocas semanas. Yo celebro que ha cambiado el tiempo, que ya hay garcetas y cormoranes en el Tormes y que alegremente me importa una mierda el día de la hispanidad, la bandera y los ridículos y carísimos desfiles presididos por fantoches. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario