Las llevaba viendo hacer quiebros por los cielos del Clot de Galvany desde el primer día pero no ha sido hasta hoy que las golondrinas dáuricas (Cecropis daurica) han decidido confiar en mí, permitiéndome hacer las que creo que son las fotos más bonitas que he hecho en estos pocos meses que ando por ahí con una cámara siempre en la mochila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario